28 de octubre de 2007

Recapitulando

Leyendo nuestros últimos pensamientos, me dieron ganas de relacionarlos, de imaginarlos juntos. A ver q sale... Hablábamos de esta posibilidad q parece no todos usamos de pensar, de dejarnos llevar, y a partir de esto tomar nuestras decisiones. Y en esto hacernos cargo, responsables, y bancarnos lo q perdemos cuando elegimos una cosa y no la otra. Claro que en este trayecto, que podríamos hacer con nuestros autitos de carrera cruzando el puente imaginario de la vida, se nos van presentando algunos inconvenientes: pozos, lomas de burro, desvíos. Pequeñas batallas que vamos luchando, ganando y perdiendo, sumando puntos para recorrer las mil millas del camino. Por suerte (por lo menos para mí) todo esto q se nos va presentando nos ayuda a crecer, a aprender, no es casual. Siempre se dan en el lugar y momento indicados, es causalidad. Como cuando nos quedamos sin nafta en el autito, nos atrasaremos un poco para llegar pero es muy probable q divisemos una estación o q alguien nos ayude con un bidoncito. No sé, el rompecabezas, las piezas q encajan y las q no, el arriesgarse y empezar a jugar. ANIMARSE. Siempre están los soldaditos para rescatarnos después de una fuerte batalla, y eso es lo q queda... como las heridas de guerra. Tal vez se trate de una cuestión de actitud cómo las llevamos y de saber q cada paso q damos es causa y efecto, y q no siempre se trata de ganar, si no de empezar a jugar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es difícil algunas veces retomar el juego, o esperar el rescate de los soldaditos